The Expanse: Don Quijote, Rocinante y Por Qué Debes Verla

Frank Escandell
6 min readJan 9, 2020

--

The Expanse, que en castellano se puede traducir como ‘La Expansión’, es una serie de la llamada ‘ciencia ficción dura’, que sin entrar en el eterno debate con la ‘blanda’, es aquella ciencia ficción que trata con lujo de detalles los aspectos tecnológicos, científicos y sociales más que lo literario. Esto es lo que uno puede esperar cuando el productor ejecutivo tiene un doctorado en Física Aplicada y otro en Ingeniería Electrónica. Su nombre es Naren Shankar, y ha participado como guionista en tres series de Star Trek y como productor en el canal Sci Fi.

Dr. Naren Shankar, Productor de The Expanse

The Expanse es originalmente una serie de 8 novelas separadas cuyo primer ejemplar se publicó en 2011, y su novena novela se publicará este año 2020 (¡ah, spoiler alert!). Empezó como una serie en la plataforma Netflix y luego fue comprada por Amazon Prime Video.

La historia comienza en el siglo 23. Homo Sapiens es una especie multiplanetaria, donde además del planeta Tierra, también habita en la Luna, Marte y en el Cinturón de Asteroides, incluyendo lunas de Júpiter. Para quienes no la hayan visto, podéis imaginar una combinación entre Battlestar Galactica, Babylon 5 y Stargate Universe (para quienes seáis fans de la ciencia ficción como este autor).

¿De qué trata The Expanse?

En el desarrollo de la historia, uno descubre un futuro social y tecnológicamente posible. Por ejemplo, la Tierra y la Luna, son jurisdicción de las Naciones Unidas cuya capital mundial es la ciudad de Nueva York, por lo que sus habitantes se llaman terrestres. Marte, cuyo gobierno se denomina República Congresional Marciana, es una colonia independiente y de marcado carácter militar, así sus ciudadanos son marcianos. Por último, un enorme grupo humano diseminado por el Cinturón de Asteroides y lunas de Júpiter, a quienes se les llama cinturinos, donde reina más la anarquía y las tribus humanas comandadas por señores de la guerra, se rigen más o menos por la Alianza de Planetas Exteriores.

Encontramos que la Tierra, con 30 mil millones de habitantes, es un gigantesco estado del bienestar donde más de la mitad de la población vive de una Renta Básica Universal, o sus necesidades están cubiertas y no se requiere trabajar; la Luna está reservada como residencia de los multibillonarios y las familias de los dirigentes políticos.

Marte, del otro lado, es una colonia que se dedica a terraformar el planeta, a entrenar sus temibles fuerzas armadas (los Marines Marcianos) y a impulsar el mejor emprendedurismo tecnológico de todo el sistema. Su funcionamiento es muy parecido a la actual República Popular de China o a los Estados Unidos en sus inicios.

Por último, los Cinturinos carecen de un gobierno central dedicándose a la minería, la construcción de naves, el contrabando o directamente siendo los piratas del sistema. Odian a los interiores (marcianos y terrestres) por ser la clase trabajadora oprimida (con un fuerte componente marxista) y porque, debido a una mutación producida por la falta de gravedad, sus cuerpos comienzan a ser diferentes del resto de otros humanos. En su caso, notamos que hablan inglés (el idioma universal) con un fuerte acento producido por su dialecto, una mezcla principalmente de creole haitiano, chino, japonés, ruso, alemán y swahili, con alguna palabra claramente dicha en castellano (“¡Oye, kopeng!”).

Intro a los episodios de The Expanse

Observamos en esta interesantísima e imaginativa extrapolación exopolítica que la sociedad humana se divide entonces en tres civilizaciones, en las que el origen étnico, el credo, la lengua, la ideología ya no son factores de cohesión. El planeta o los mundos donde habitan son el factor único de identificación. Luego aparece en escena algo más que no revelaré para que pueda usted disfrutar de la serie.

En la Escala de Kardashev y en Tecnología

Recordamos que la Escala de Kardashev, originalmente presentada en 1964 por el astrofísico ruso Nikolai Kardashev, definía primariamente tres tipos de civilización tecnológica basándose en la cantidad de energía consumida; ellos son Tipo I (Planetaria), Tipo II (Estelar) y Tipo III (Galáctica).

En The Expanse encontramos que sólo el conjunto Tierra-Luna son una Civilización Tipo I, que es un nivel que ni Marte ni mucho menos el Cinturón alcanzan. Una Civilización Tipo I es aquella que domina por completo todos los recursos de su planeta, que tiene un estrato cultural básico mediante el cual las diferentes regiones terrestres pueden convivir. En este sentido, la Tierra y Marte tienen un gobierno planetario consolidado, lo cual es un requisito para una civilización planetaria.

Uno de los aspectos fascinantes sobre la serie es que la humanidad, por sí sola, ha superado los monumentales desafíos tecnológicos que requiere la vida en el espacio sideral. Ningún extraterrestre llegó para enseñarnos nada, ni hay “campos de fuerza”, ni transhumanos, ni teleportación ni armamento extraño. No hay OVNIs, ni siquiera Inteligencia Artificial General, o robots. Ah, por cierto, la Tierra no aparece destruida por el ‘cambio climático’.

Toda la tecnología que aparece en la serie, especialmente la propulsión, es posible desde los parámetros actuales de nuestra época. Durante las cuatro temporadas hasta ahora, el único enemigo de la humanidad es sí misma, a través de temas muy humanos llevados a la exopolítica. ¿No es esa una gran manera de superar — como decía Kant — nuestra “autoculpable minoría de edad”?

El único elemento extraterrestre que aparece en la saga es un instrumento que obedece a las bajezas humanas, pero no tiene ni de cerca nada de humano. Desde la atrofia muscular hasta la pérdida de densidad ósea, incluso la llamada demencia espacial (producidad por la radiación cósmica). El sexo en gravedad cero parece ser verdaderamente fascinante. Todo humano, demasiado humano.

En la serie The Expanse la ciencia es un instrumento para enriquecer el relato, en vez de ser una barrera que debe ser ignorada.

Don Quijote, Rocinante y los Nuevos Molinos de Viento

Soñar el sueño imposible, luchar contra el enemigo imposible, correr donde valientes no se atrevieron, alcanzar la estrella inalcanzable. Ese es mi destino. Miguel de Cervantes (Don Quijote de La Mancha)

Los protagonistas son los 4 tripulantes de una mortífera nave marciana de combate a la que le ponen como nombre Rocinante; ellos son dos terrestres, James Holden y Amos Burton; un marciano, Alex Kamal; y una cinturina, Naomi Nagata.

Al conocer al capitán James Holden, es inevitable compararle con el carácter idealista y caballeresco de Don Quixote (en una ocasión una de sus tres madres le regala un ejemplar). James y Don Quijote tienden a mal interpretar las circunstancias, no contribuyendo realmente al bien de los demás sino más bien resultando herido en el proceso de creer que está salvando vidas.

En una escena, James Holden trata de corregir un vídeo deep fake que se hizo de él apoyando la rebelión de los cinturinos de la misma forma que, en Don Quijote, cuando se publican sus aventuras, va en pos de remediar las falsedades que de él se cuentan. La serie tiene una relación con la historia de España y sus antiguas colonias, en definitiva. Aquí se aprecian cuánto se parece el mapa estelar.

Ciencia. Tecnología. Sociedad. Una extraordinaria producción cinematográfica, que inspira desde la profundidad de la realidad misma. Simple y directa.

--

--

Frank Escandell
Frank Escandell

Written by Frank Escandell

Landing AI & Tech for the real world / Startup Mentor & Ambassador / STS Blogger & Lecturer / Rugby Player / Likely to hae coined AIaaS

Responses (1)