Metaverso: Un Nuevo Paradigma
El Metaverso es la idea de un espacio virtual colectivo construido por la audiencia y los creadores para interactuar con plena autonomía y libertad individual.
El Metaverso no es nada nuevo conceptualmente. Lleva décadas existiendo. La Realidad Virtual (RV) y la Realidad Aumentada (RA) son realidades digitales que forman una indeterminada — e indeterminable — cantidad de capas, lo cual tampoco es innovador.
Demos un paso atrás por si usted no haya leído aún el primer artículo anterior a este Metaverso, RX y Blockchain: El Argot de Nueva Era, así que nos pondremos un poco etimológicos. La palabra “metaverso” se compone del prefijo meta (más allá) y de verso (derivado de ‘universo’) dando a entender una futura iteración de toda la internet incluyendo todo el espectro de la Realidad Aumentada (RA) hacia un sinnúmero de espacios virtuales inmersivos en tres dimensiones. El universo “virtual” más allá del universo “real”.
La RV y RA ya son tecnologías que han transformado casi todo sector, y estas son parte fundamental del concepto del futuro metaverso.
De la misma manera que las personas usamos un portátil y también un teléfono móvil, la RA y la RV seguirán coexistiendo y omnivergiendo con otras tecnologías, el metaverso sería una manera más de interacción con otros seres humanos, con el mundo que nos rodea y sí, también con entes inteligentes artificiales.
El Metaverso como cambio de paradigma
Lejos de ser la raison d’être de las románticas distopías que tantos anhelan los agoreros de la conspiranoia en su patológico terror por el futuro, siendo memes injertos en la psique colectiva a través de películas como The Matrix o del juego online Second Life, el todavía hipotético metaverso consistirá mucho más en la manera en cómo percibimos el valor de los mundos digitales que ya habitamos.
Para aquellos cuya ideología se regocija en las intempestivas de Shoshana Zuboff o el cacareo de Noam Chomsky, el metaverso sería un ‘paraíso’ en el cual los creadores distribuirían su contenido directamente a los potenciales clientes sin necesidad de intermediarios, como las editoriales o las interfaces de RV que en este momento se están diseñando para Facebook. También imaginemos por un momento los filtros de Instagram. Será una relación de punto a punto y esto no gusta a los gigantes tecnológicos. Serían los nuevos genios de garaje, de donde aquellos primero surgieron, en una época muy diferente.
Habría que preguntarse también sobre los artículos digitales que ya utilizamos a diario como las aplicaciones móviles (apps), los avatares, las “pieles” o los cursos online. La interacción es a diario y es frenética. ¿Cuándo fue la última vez que usted seriamente caviló antes de descargarse una aplicación o contratar servicios SaaS (Software as a Service, por ejemplo Office 365 o Google Workspace)? Nada de esto es gratis y sin embargo lo hacemos casi sin pensar. Por tanto, lo que realmente importa es cómo percibimos aquellos que se convierte en nuestra propiedad.
En marzo de 2018, este autor fue entrevistado por el diario Expansión en relación con el lanzamiento mundial efectuado por su empresa junto con Google. El acto tuvo lugar en Madrid. En el artículo se me citó al afirmar que la Realidad Aumentada aplicada industrialmente mediante gafas inteligentes y plataformas online eran sólo una transición. Las críticas no se hicieron esperar.
“No consideramos que se trate de una disrupción en el mercado, sino más bien de una tecnología de transición.”
Frank Escandell en el periódico Expansión, sección de Economía Digital, 13/03/2018
Otra observación de quienes llevamos años trabajando en este sector en particular La cuestión es que se sigue cayendo en la trampa de pensar que tanto la RA como la RV son el futuro de la tecnología, o que son el médium máximo para la atracción de nuevos clientes.
He aquí otro error que desde ya podríamos ir corrigiendo: de que el metaverso como tal sólo sea un intento por construir un puente entre la experiencia en nuestro ‘mundo real’ y el ‘mundo virtual’, las identidades digitales y la propiedad (personal, intelectual o industrial).
Marketing: La Próxima Frontera Metaversal
Sí, así es. Se trata de eso, de los mercados y qué mercados finalmente el metaverso disrumpirá. Guste o no, el comercio siempre ha sido la fuente de la creatividad humana, del intercambio cultural.
Aquí algunos ejemplos históricos de esa disrupción. Finalizando la primera década de este siglo, hubo un boom. IBM abrió oficinas y llegó a contratar a un “Evangelista del Metaverso” — que por cierto, la aventura sólo duró un año. La tecnológica Dell inauguró Dell Island con una fábrica virtual en la que uno mismo podía configurar su propia computadora (no se dice “ordenador”) para luego comprarla, y la cadena Starwood Hotels lanzó Aloft, un concepto de hotel virtual que permitió a la empresa conocer cómo sus clientes respondían a este experimento.
Somos testigos de que la RV está a punto de convertirse en otra tecnología de uso diario, más allá de los gamers y el mundillo hikikomori; en septiembre de 2021, Netflix adquirió una empresa de videojuegos. Por su parte la RA ya ha llegado al consumidor individual, con la llegada de las gafas de Apple, Facebook, Vodafone + NReal Lite y otras. El Metaverso no depende de la adopción individual de la RA, la RV o la RM y al mismo tiempo no depende de una tecnología en solitario.
El único límite del mundo digital es nuestra imaginación y la voluntad de explorar los recovecos de lo que significan la propiedad y la identidad. Los límites actuales siguen siendo el hardware (el elemento tangible) y la adopción (fuerzas de mercado).
Originally published at https://blogs.laopiniondemurcia.es on October 10, 2021.
