Las Vidas Imposibles de Greta Thunberg
Las Vidas Imposibles de Greta Wells es una genial novela de Andrew Sean Greer. Relata la historia de una mujer que se somete a terapias de electrochoque tras la trágica muerte de su hermano gemelo y del abandono por su amante. Dicho tratamiento lleva a Greta a imaginarse a sí misma en escenarios del pasado y en el presente, en universos paralelos. ¿Debería haber una llamada Las Vidas Imposibles de Greta Thunberg?
Lejos de los desmanes del trastorno obsesivo-compulsivo de una adolescente autista, otra de las vidas imposibles de Greta Thunberg es que se parece mucho a casi todos los habitantes del planeta. Los que no somos climatólogos. A su edad, Greta habla de temas sin conocimiento científico alguno, sin ninguna experiencia laboral y sin ninguna habilidad que resulte de la experiencia de vida. Greta no es una chica genio que haya estado trabajando para solucionar los problemas que innumerables geólogos, físicos, meteorólogos, climatólogos y planetólogos enfrentan todos los días. Sin cámaras, sin activistas y prácticamente sin fondos para poder investigar e innovar.
Greta Thunberg no es Boyan Slat, un joven emprendedor neerlandés de origen croata, quien a sus 16 años creó la Fundación Ocean CleanUp, preocupándole tanto el medio ambiente. Sinceramente, ¿habías oído hablar de este joven? Su iniciativa se ha puesto en marcha, ¿cuánta cobertura mediática ha recibido?
Uno de los héroes de mi niñez y adolescencia, el científico Carl Sagan, ya en 1980 mostraba su preocupación por descubrir las causas de los cambios climáticos. El Efecto Invernadero en aquellos años no aparecían en los escasos 140 años de registro hasta la fecha. Eso no significa que nunca haya sucedido antes. Al buen Carl le habría dado algo si llega a escuchar el alarde que los medios hacen de su venta de ruido al respecto.
No puedes convencer a un creyente de nada; su creencia no está basada en evidencia, sino en una profunda necesidad de creer.
Decía Winston Churchill que el verdadero ingenio residía en la capacidad de evaluar información incierta, peligrosa y contradictoria. También dijo — entre aromas de un buen puro y un magnífico whisky — que “un fanático es aquel que no puede cambiar ni su forma de pensar ni de tema de conversación.”
Del tema climático, se abordará más en profundidad en un futuro artículo aquí en La Revolución Espectral. Por ahora sólo recomendaremos cierta lectura. No muy lejos de Estocolmo, Bjorn Lomborg, economista danés y presidente del think-tank Copenhagen Consensus Center lleva unos años estudiando y consultando sobre El Acuerdo de París y la efectividad real de unas propuestas astronómicamente caras e imposibles de cumplir.
Otra de las vidas imposibles de Greta Thunberg es que también se parece mucho a todos los demás en que, como una ordinaria habitante de este planeta, tiene creencias, opiniones sin información, e inclinaciones políticas. Hay tres cuestiones a reconocer: una, es cierto que ha sido muy valiente y resuelta, lo que no es usual en una juventud apática. Dos, que en lo personal siendo padre de una millenial y un generación Z, me resulta insoportable el grado de irresponsabilidad y negligencia de los padres de esta joven, permitiendo que su hija se someta al escarnio de lo que sólo siente, pero no conoce. Por último, que Greta nos exhorte a “creer en la ciencia”, ¿desde cuándo la ciencia es un sistema de creencia?
El Nacimiento de la Tragedia
En 2011, la cantante sueca de ópera Malena Ernman (madre de Greta) salió en la portada de la revista sueca VI. En la misma afirmó que “Todos venden su alma al diablo siempre.” Su hija es aún demasiado joven para estas cosas, excepto para la misión ecologista que ha catalputado su carrera.
La revista suiza Die Weltwoche publicó que las fechas cuando Greta se encontraba ‘en huelga’ frente al Parlamento Sueco coincidían con la publicación del libro de su madre sobre cambio climático.
Asimismo, esto también coincide con Ingmar Rentzhog, presidente de una firma de relaciones públicas sobre el cambio climático llamado Global Utmaning (de la que son miembros destacados políticos suecos socialdemócratas y grandes empresarios del lobby ‘verde’), quien inmortalizó a Greta tomándole una foto, por coincidencia, para luego viralizarla a través de su página de Facebook. Esó le generó un negocio muy lucrativo.
Mensaje de un Padre a los Jóvenes
No, joven Greta. El crecimiento económico no es un cuento de hadas. No, hija, nadie te ha robado ni tu niñez ni tus sueños, que ni siquiera eres lo suficientemente madura y que, desafortunadamente, tus padres te han convertido en un instrumento. No, pequeña, tampoco hay ninguna evidencia de que estemos al borde de una sexta extinción.
Cualquier alusión a la naturaleza incierta y probable de la ciencia es casi inútil. No es un tema científico, por desgracia. Es un jeux de guérre culturelle cuyos orígenes son fácilmente trazables hacia principios de los años 60. Enmascarados en éste, grupos de gran poder financiero que dictan que no haya diferencia de opinión ni escepticismo (y menos si es intelectual) en relación con sus ideas y actuaciones.
Se debe aprender a diferenciar entre escepticismo y negacionismo.
¡Cuánto me gustaría que al menos alguien menor de 25 años pueda leer esto! Qué vuestra generación es desacreditada por la avaricia de los contratos públicos de ciertos lobbies ecologistas cuyas jugosas subvenciones salen de nuestros bolsillos. Que quienes pregonan un estrato ideológico que enseña que no existen las grandes narrativas se están aprovechando de vuestra nobleza. Que os están distrayendo de lo que de verdad debe importaros. Que para cambiar el mundo, debéis primero aprender a hacer vuestras camas al despertar.
Que los problemas no se resuelven apuntando el dedo sólo a unos. Que deberíais ir a la huelga para exigir la excelencia en la educación, y sobre este tema, sobre ciencia y tecnología. Que no sois ni debéis permitir que se os use como borregos.