Chimérica
Un Cuento de Dos Potencias
El término Chimérica fue acuñado* en el año 2006 por el historiador Niall Ferguson y el economista Moritz Schularick. Es fácil observar que es la fusión de China y América, aunque el genial juego de palabras va más allá al sugerir también la palabra ‘quimera’ (chimera en inglés). Un título que habría enorgullecido al gran Dickens.
Ferguson y Schularick propusieron el término Chimérica para describir un nuevo orden mundial económico que combinaba el crecimiento chino por las exportaciones con el masivo consumo estadounidense. Una especie de “bestia de dos espaldas”, integrando una numerosa mano de obra asiática con un superávit de ahorros inyectado en la economía mundial, incrementando los retornos en capital y reduciendo los costes laborales.
Make “Chimerica” Great Again
En junio de 2019 fui invitado a dar una conferencia sobre el concepto de Sociedad de la Información en un Rotary Club local. Durante la misma, establecí una comparativa entre el impacto del desarrollo tecnológico tanto en Estados Unidos como en China. El concepto de Chimérica nos ilustra muy bien una relación más reciente entre esas dos potencias, aunque radicalmente diferente de su propósito original.
Recientemente, la profesora Amy Webb, de la Escuela de Negocios Stern de la Universidad de New York y CEO del Future Today Institute, publicó su segundo libro titulado ‘The Big Nine’***. En el mismo, argumenta estadísticamente que toda la innovación tecnológica en materia de Inteligencia Artificial pasa irremediablemente por nueve grandes empresas de clase mundial. En Estados Unidos: Microsoft, Amazon, Facebook, IBM, Apple y Google. En China: Baidu, Alibaba y Tencent.
Esta nueva geopolítica chimericana surgida de un cuento de dos potencias tiene también sus propias peculiaridades. De la cooperación estratégica se pasó a la competencia directa. Se le vieron “las orejas al lobo.”
Por una parte, en Estados Unidos hay una larga relación antagónica entre Silicon Valley y Washington D.C., es decir entre el poder político y el poder tecnológico, y un tercer centro de poder, el financiero, representado por New York.
Por otra parte, los gigantes tecnológicos chinos Baidu (Beijing), Alibaba (Hangzhou) y Tencent (Shenzhen), aun siendo técnicamente empresas privadas, deben trabajar bajo la autoridad de Beijing, sin competir entre ellas. El reciente y sonado caso de Huawei en Canadá y Estados Unidos debido a su trabajo con el ejército chino es evidencia de ello.
Occidente se ha caracterizado siempre por la creatividad y la innovación basadas en la coincidencia de los opuestos, en la discusión racional y de los resultados al más corto plazo posible por las fuerzas del mercado****. En cambio, China ha sido todo lo contrario, siendo culturalmente magníficos estrategas a largo plazo; en este sentido, la lectura de El Arte de la Guerra de Sun Tzu debería ser obligatoria. En Occidente jugamos ajedrez; en China juegan Go.
No obstante, ha sido el Presidente Trump el que ha cambiado radicalmente las reglas del juego, al haber abandonado la estrategia de ‘piloto automático’ de los Presidentes Bush (2000–2008) y Obama (2008–2016) en las relaciones con China.
Mientras Estados Unidos viene retirándose de los organismos y tratados multinacionales (ver mi artículo sobre Donald Trump), China — comandada desde 2013 por un brillante ingeniero químico llamado Xi Jinping — ha desplegado su Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda. Discutiremos más en profundidad esta estrategia del gobierno chino más en profundidad en futuros artículos, aquí en La Revolución Espectral.
Europa y la Nueva Geopolítica de la I.A.
El Presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, afirmó que “ las nueve palabras más espantosas del idioma inglés son: ‘Hola, soy del gobierno y estoy aquí para ayudar ‘.” Desde amenazar la compartición de redes de empresas de telecomunicaciones, a la ridículamente llamada ‘ Tasa Google’ impuesta por la todavía napoleónica Francia (y arremedada por un gobierno español lacayo y falto de toda noción), hasta las multimillonarias multas a las TIC por prácticas monopolísticas (como si fuesen un ‘varapalo’). La Unión Europea en su conjunto no hace nada o muy poco por competir. Al parecer, la idea es multar y excusar así la burocracia a través de los medios de comunicación.
Las nueve palabras más espantosas del idioma inglés son: ‘Hola, soy del gobierno y estoy aquí para ayudar’
Ronald Reagan, cuadragésimo Presidente de Estados Unidos de América
En junio del año 2019 la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) publicó el documento***** “ El Consenso de Beijing sobre la Inteligencia Artificial y la Educación “. Esta es la copia del punto 2 de su Preámbulo:
… hemos analizado los desafíos que afrontan los sistemas de educación y formación… Estamos decididos a promover las respuestas políticas adecuadas para lograr la integración sistemática de la inteligencia artificial y la educación, a fin de innovar la educación, la docencia y el aprendizaje, y para que la inteligencia artificial contribuya a acelerar la consecución de unos sistemas educativos abiertos y flexibles que permitan oportunidades de aprendizaje permanente equitativo, pertinente y de calidad para todos, lo que contribuirá… al futuro compartido de la humanidad.
Punto 2 del Preámbulo del Consenso de Beijing (op. cit.)
En suma, el texto citado resume muy bien lo que una organización supranacional como la Unión Europea está haciendo. Lo hemos entendido, ¿correcto? Demagogia, verborragia y burocracia.
¿Qué tenía listo el gobierno chino desde finales de 2018 como miembro y anfitrión del arriba citado evento? Pues es muy simple, todo un currículo educativo de Inteligencia Artificial para sus estudiantes de entre 5 a 18 años.
Irónicamente, investigadores de I.A. de Google, el Instituto de Automatización de la Academia China de las Ciencias y grandes universidades chinas colaboraron en el proyecto. ¿Cuál es su finalidad? Democratizar la educación de la I.A. pero en cien centros educativos chinos.
Chimérica es un cuento de dos potencias. Aquellos son gigantes, no son molinos de viento, y lo que en ellos parecen las aspas son los brazos, que se ponen inmediatamente manos a la obra. El resto es añadidura, amigo Sancho…
*Ferguson, N., & Schularick, M.(2007). “Chimerica” and the global asset market boom. International Finance, 10(3), 215–239.
** Monstruo mitológico que tenía la cabeza de un león, el cuerpo de macho cabrío y una serpiente como cola.
***”The Big Nine: How The Tech Titans and Their Thinking Machines Could Warp Humanity”
**** Por ejemplo, con la herramienta conocida como Análisis Porter de Las Cinco Fuerzas (Prof. Michael Porter, Universidad de Harvard).
***** Ver en https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000368303 a partir de la página 26.
Originally published at https://blogs.laopiniondemurcia.es on September 7, 2019.