1984 de Orwell: 70 Aniversario
En el 70 aniversario de 1984 y pocos más de Rebelión en la Granja, un relato sobre su autor nos dice que un disparo fascista le había alcanzado el cuello, sobreviviendo y desafiando todas las probabilidades; el otro disparo que recibió, fue por la espalda, hecho por un comunista. Así empezaba el periplo de un hombre, fiel seguidor de Leiba Davidovich Bronshtein, a quien se conoce mejor por su nom de guerre: Leon Trotsky.
La novela 1984 advierte sobre las peligrosas argucias de ese engendro bifronte (Marxismo-Leninismo y Fascismo-Nacionalsocialismo) abortado a la caída de los imperios cristianos, coloniales y europeos.
En diciembre de 1936 un inglés llamado Eric A. Blair llegaba a Barcelona. No era exactamente un turista ni tampoco eran tiempos halagüeños para el turismo. Eric había llegado para ser un reportero freelance y para unirse a las tropas republicanas, a sólo meses de haber comenzado la Guerra Civil Española. Eric, habiendo nacido en la India británica, había dejado la universidad y su trabajo como policía en la Birmania colonial. Había venido a España “en nombre de la decencia común” a luchar contra los fascistas y la legitimidad del gobierno republicano, descubriendo asimismo sobre el terreno, los terribles planes de Josef Stalin para el destino de España. La experiencia en combate y la vergüenza de que su padre se dedicara al comercio del opio en China le marcaron de por vida.
Eric se puso un nom de plume que en su caso en particular también fue su nom de guerre: George Orwell.
1984: La Historia
Spoiler alert. La historia contenida en la novela es la de un universo paralelo donde a mitad de los años 50, tras la Segunda Guerra Mundial, se desata una guerra atómica que provoca que toda la estructura geopolítica del mundo cambie radicalmente. Sólo quedan tres países: Oceanía, Eurasia y Estasia (Asia Oriental), con un vasto territorio en disputa que comprende casi toda África, Oriente Medio, India, el sudeste asiático y la Indonesia.
La novela se desarrolla en Oceanía, el superestado resultante de todos los países de habla inglesa, Sudáfrica y Latinoamérica.
Quienes hayamos leído la novela recordaremos a Winston Smith y su despertar aquella fría y brillante mañana de abril, blanquinegra y rodeado de olores añejos, cuyos únicos colores son los del enorme cartel omnipresente. La enorme efigie masculina y de poblado bigote negro decía “El Gran Hermano Te Observa”, con un extraordinario parecido a los carteles del rostro de Stalin.
El Londres de aquel despertar de Winston Smith era la Barcelona y la Zaragoza del soldado ‘rojo’ Orwell. Es inevitable identificar hoy en día a Corea del Norte, que es el mejor prototipo de nación estalinista y cuyo presidente es un muerto (por tanto, es también la primera Necrocracia del mundo). El brillante escritor y editor Christopher Hitchens le llamo “Mortelocracia”, el gobierno de los muertos sobre los vivos.
La Guerra es la Paz. La Libertad es la Esclavitud y la Ignorancia es la Fuerza.
George Orwell (1984). Principios del IngSoc.
1984 versus 2019
Observando el espeluznante y aparente poder predictivo de 1984 y el estado del mundo en la actualidad, ¿cuánto ha acertado la novela sobre la perenne vigilancia estatal, donde cada palabra y actitudes ‘inaceptables’ de individuos pueden ser borrados o reescritos? Estos son algunas observaciones sobre la novela:
- El Estado determinaba lo que constituía el discurso aceptable.
- Sólo había tres países en los que tener una nacionalidad.
- El Estado conducía vigilancia y censura sobre la población.
- Quienes cometían horrendos ‘crímenes de pensamiento’ eran ilegalizados y su existencia era borrada .
- El gobierno constantemente reescribía y borraba la historia cuando era inconveniente.
- Las ‘telepantallas’ actuaban como recolectoras de información y como dispositivo de vigilancia, saturando los espacios con cámaras y micrófonos.
- La vigilancia estatal servía para dirigir a la población hacia un estado deseable.
- El gobierno invertía en el vasto imperio cibernético de vigilancia.
- Existía una ‘neolengua’ para modificar la función y el significado del lenguaje
- La finalidad de este imperio cibernético de vigilancia era la de atrincherar el poder estatal.
¿Se pueden identificar semejanzas entre los puntos mencionados y el estado de las cosas en 2019? Veamos:
- Un reducido grupo de empresas de Silicon Valley o de China que deciden qué se puede o no escribir, expresar, decir o transmitir en sus plataformas.
- Hay unas pocas ‘naciones digitales’ sociales a las que los internautas pueden pertenecer.
- Las empresas de social media poseen un vasto ejército de moderadores humanos y/o algorítmicos para vigilar a sus usuarios día y noche, marcando aquellos que cometen ‘crímenes de pensamiento’ y borrando sus violaciones. Quienes cometan muchos de estos ‘crímenes’ pueden verse desterrados digisocialmente por esas plataformas privadas.
- Los gobiernos pueden reescribir los comunicados de prensa para quitar o agregar contenido según convenga.
- Los teléfonos inteligentes (smartphones) actúan como una ventana al mundo digital cuya navegación es vigilada por un indeterminado número de empresas de marketing. En este punto hemos superado a la distopía orwelliana ya que casi cualquier electrodoméstico podría estar conectado a internet.
- Las empresas privadas construyen perfiles de los internautas basados en los datos con fines de monetización.
- Existe ya (más claramente en el idioma inglés) una infinitud de neologismos y nuevos eufemismos para diseñar identidades.
- La finalidad de este imperio cibernético del mundo online es la de atrincherar el poder estatal y/o responder fiduciariamente a los accionistas e inversionistas.
Analizando estos datos en contexto, en el 70 aniversario de 1984, parece que sea cierto toda observación orwelliana sobre la vigilancia estatal aunque se ejerce desde empresas privadas, que monetizan y tienen la capacidad de manipular grupos sociales con fines comerciales.
Quien controla el pasado, controla el futuro. Quien controla el presente, controla el pasado.
George Orwell (1984). Capítulo 3.
“ El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente” promulgó Lord Acton, uno de los precursores del genio de Tolkien y aunque ideológicamente distinto, también de Orwell. ¿Cabe alguna duda sobre la validez de esta sentencia en el 70 aniversario de 1984? Los ciudadanos, consumidores y contribuyentes, son quienes se deben al contrato social de la era digital desde el conocimiento de las fuerzas del mercado. La regulación gubernamental orwelliana, hemos observado, no funciona.
Del Illuminati al Gran Hermano
Desde los años 90 del siglo XX, viene surgiendo una serie de autores e investigadores quienes, en su mayoría buscando publicar y vender libros, se han dado a la tarea de plasmar las más inverosímiles teorías de la conspiración sobre el cliché denominado ‘ Nuevo Orden Mundial ‘.
El primer gran error que se cometió fue endosar el símbolo del Coram Deo u Ojo de la Providencia a los Illuminati de Baviera. Esta afirmación es totalmente espúrea y sin evidencia. Este símbolo tiene un origen disperso pero más cercanamente neotestamentario*. El segundo gran error en el desarrollo de las ideas (y su mutación en memes) fue identificar este símbolo con el concepto del ‘ Gran Hermano’ en la novela 1984. No hay ninguna relación entre los Illuminati de Baviera, el Coram Deo y el Gran Hermano orwelliano. Ninguna.
Es de esta manera cómo hoy en día, un movimiento cultural que reclama ser disidente y caritativo, se convierte en presa de la confusión producida por muchos de estos escritores y YouTubers.
En el 70 aniversario de 1984, tendiendo nuestro complejo e hiperconectado mundo hacia un régimen más orwelliano de vigilancia y censura, sería más que recomendable que nuestros jóvenes conozcan la novela. La disciplina y la cultura en la educación les permitirán comprender eficientemente y participar inteligentemente en la toma de decisiones para el balance necesario entre gobernabilidad y convivencia.
¿Se ha cansado usted de leer tantas veces el adjetivo ‘orwelliano’ en este artículo? ¿Sí? Excelente.
Escuche o descargue la entrevista en Onda Regional de Murcia.
*Mateo 6:22–23 y Lucas 11:33–36 en el Nuevo Testamento de los cristianos
Originally published at https://blogs.laopiniondemurcia.es on October 13, 2019.